¿De verdad te conviene pedir prestado para pagar una deuda?

¿De verdad te conviene pedir prestado para pagar una deuda?

Hace unos días Prestadero, plataforma especializada en préstamos de persona a persona, dio a conocer a través de su más reciente informe que 63.2% de los mexicanos adquieren un crédito para pagar otra deuda, cuyo monto promedio es de 88 mil pesos contra los 79 mil del año anterior.

A primera vista este dato podría parecer un indicador no muy bueno de la educación financiera de los mexicanos, así que consultamos a Gerardo Obregón, director general de la plataforma, para que nos aclarara cuándo sí y cuándo no es una buena idea adquirir un crédito para financiar una deuda.

Esto fue lo que nos dijo sobre los puntos a considerar para saber si te conviene o no refinanciar tu crédito:

Tasa y CAT

Para saber si debes de comparar la tasa o el CAT revisa el siguiente ejemplo: Si tienes un crédito “A” con tasa de 15% y CAT de 30%, pero la diferencia entre la tasa y el CAT se debe solamente a una comisión de apertura, entonces debes utilizar la tasa, y no el CAT como base de comparación de este crédito (porque la comisión de apertura ya la pagaste y no la regresan, aunque trates).  Entonces, si quieres refinanciar el crédito “A” con un crédito “B” con tasa del 18% y CAT del 20%, no te conviene, aunque el CAT de “B” sea 10% menor al de “A”.

Verifica que puedas pagar las mensualidades

Si la tasa o el CAT son menores, eso no significa que el pago también es menor, pues el nuevo crédito puede ser a menor plazo.  Si bien pagarías menos intereses durante la vida del crédito, si el plazo disminuye, las mensualidades podrían aumentar en forma importante y ocasionar que caigas en mora, probablemente generando intereses moratorios y calificaciones negativas en tu historial crediticio.

Revisa el contrato

Debes verificar que puedas liquidar en forma anticipada. También comprueba que no haya comisiones escondidas. Las comisiones deben incluirse en el cálculo del CAT, pero puede haber manera de “esconderlas”. Por ejemplo, el contrato puede mencionar que si pagas directo en las oficinas de la institución no cobrarán comisión, pero todas las demás opciones de cobranza tienen una comisión incluida. Como existe una opción de no cobrar comisión al realizar el pago del crédito, seguramente no estará incluida en el CAT, pero la inconveniencia de ir a pagar el crédito físicamente a las oficinas aumenta tus costos y disminuye la conveniencia.

Compara peras con peras

Es decir, si vas a refinanciar un crédito personal sin avales y sin garantías, no lo compares con un crédito con garantías pues el “riesgo” del crédito no es el mismo. Por ejemplo, si quieres refinanciar tus tarjetas de crédito con un crédito garantizado con tu casa, es muy posible que la tasa del nuevo crédito sea menor, pero ten mucho cuidado, pues si no pagas este segundo crédito podrán adjudicarse tu casa de manera más directa.

Verifica que la tasa sea fija

Ten cuidado en refinanciar un crédito con tasa fija a uno con tasa variable.  Es posible que el nuevo crédito tenga menor tasa de salida, pero al ser variable pueden incrementar tus pagos en forma importante y sin previo aviso, dejándote a la merced de los aumentos de las tasas de referencia.

Elige el tiempo correcto para refinanciar

Sonará paradójico, pero el mejor tiempo para refinanciar o consolidar deudas es cuando aún puedes pagar cómodamente. Si los otorgantes de crédito notan que estás sobreendeudado, te negarán un nuevo crédito para refinanciar, o peor aún, te ofrecerán uno con peores condiciones que el original.

 

Fuente: Excélsior.

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