¿Cómo evitar el robo de identidad?

¿Cómo evitar el robo de identidad?

El robo de identidad es un riesgo latente que puede afectar a cualquier persona y cuando ocurre es un problema que afecta el patrimonio y hasta el historial de crédito.

Prácticamente, la totalidad de las transacciones bancarias operan en un entorno tecnológico seguro, eficiente y de bajo costo. Sin embargo, la banca no es ajena a los riesgos de las nuevas tecnologías, y uno de ellos es precisamente el robo de identidad.

Es por eso que la Asociación de Bancos de México (ABM) firmó un convenio con la Procuraduría General de la República (PGR) para evitar la suplantación o usurpación de identidad en las transacciones bancarias.

Aunque existen mecanismos para reducir el riesgo de fraude aún muchas instituciones financieras tradicionales están pasos atrás para reducir este delito. No obstante, los usuarios pueden tomar acciones concretas para reducir este riesgo. Medina comparte algunas recomendaciones.

Estos son algunos consejos para evitar el robo de identidad:

  1. Comprobantes, recibos o estados de cuenta. Evita los estados de cuenta impresos. Recibos telefónicos, de gas, estados bancarios o de seguros pueden ser robados de los buzones de las casas para obtener información importante como tus ingresos, RFC, CURP, etc. Exige a las empresas que detengan el envío de tu papelería impresa. Tu seguridad es razón suficiente para que dejen de hacerlo.
  2. El Buró de Crédito te avisa. Utiliza los servicios de Buró de Crédito como las alertas y el bloqueo para evitar que las empresas consulten tu historial sin que te des cuenta. Esto te evitará dolores de cabeza si alguien pide un crédito con tus datos.
  3. Verifica a quién le das tus datos. No compartas tu información personal con cualquiera. Compartir tus datos en cualquier lugar donde te presentas puede ser peligroso. Al compartir tu información en sitios de Internet verifica que tengan certificados de seguridad, puedes verlo en la esquina superior derecha de tu explorador, como en la siguiente imagen. Los certificados SSL funcionan como las identificaciones: igual que presentas tu INE o pasaporte para comprobar que eres quien dice ser.
  4. No tengas una contraseña para todos tus servicios digitales. Lo ideal es tener una clave segura, mayor a 25 caracteres en cada servicio online donde te registras. Quizás eres de los que utilizan la misma contraseña de Facebook para tu correo y tu cuenta bancaria. Si ese es el caso lo recomendable es cambiarla. Actualmente existen herramientas para la administración de contraseñas, muy convenientes si tienes una cuenta en decenas de sitios.
  5. Utiliza contraseñas en tus dispositivos. La contraseña reduce las posibilidades de que puedan acceder a información sensible en tu dispositivo. Si bien no es un remedio definitivo te permite una ventana de tiempo para borrarlo de forma remota y proteger tus datos.
  6. No descargues o abras links sospechosos. Son comunes supuestas notificaciones del SAT o de los bancos con links o archivos adjuntos. Una manera fácil de identificar si los links de los correos que recibes son confiables es simplemente pasando el cursor por el botón o vínculo y podrás ver en la barra inferior de tu explorador el dominio a donde te redirecciona. Si el dominio es distinto al del SAT o tu banco; o está oculto tras una URL corta como bit.ly o goo.gl lo mejor es eliminar ese correo.
  7. No compartas documentos públicamente. El uso de aplicaciones como Google Drive o Dropbox pueden contribuir a la fuga de información sensible. En algunos casos estas URL públicas pueden ser rastreadas por los motores de búsqueda. Si vas a compartir este tipo de información es recomendable que el receptor de estos archivos también tenga una cuenta en la plataforma donde compartes los documentos así será visible únicamente por ustedes.
  8. Ten actualizado el antivirus de tu PC y sé precavido. No hagas operaciones bancarias o compras por Internet en equipos que pueden estar comprometidos, por ejemplo, PC públicas o que tu equipo se conecte a una red de Wi-Fi pública.

 

Fuente:Forbes México.

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