Conozca los riesgos de usar datos biométricos

Conozca los riesgos de usar datos biométricos

El mundo tecnológico avanza a pasos agigantados. Las películas de ciencia ficción donde para entrar a algún sitio se necesitaba la lectura de huella dactilar o de retina están muy cerca de nosotros; muestra de ello es que BBVA Bancomer anunció hace unos días que para finales de año sus cajeros automáticos solicitarán la huella digital de los usuarios para realizar algunas transacciones.

Dependencias como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) y la Comisión Nacional para la Defensa y Protección de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) muestran interés en el uso de los datos biométricos (huella dactilar, el iris del ojo, voz o rasgos de rostro) y brindan una serie de recomendaciones para que los usuarios no los tomen a la ligera.

“Estas disposiciones emanan de los lineamientos que la propia CNBV estableció para que las instituciones financieras verifiquen de mejor manera la legitimidad o identidad de los usuarios que contratan diversos productos y servicios; esto se hace para mitigar y combatir el robo de identidad que viene creciendo desde hace varios años. Dentro de estas medidas no sólo está el uso de datos biométricos por parte de las instituciones bancarias (…) También van a tener que dar alertas o avisos a sus clientes cuando estén contratando un producto”, indicó Mario Di Costanzo, presidente de la Condusef.

Asimismo, indicó que las entidades financieras pedirán a sus clientes acudir a sucursal para que de esta manera los usuarios proporcionen estos datos.

“Lo mejor es que se den informes o se muestren instructivos para que se explique cómo utilizar esta nueva tecnología, yo me imagino que lo harán a través de videos en sus sucursales y el proceso debe ser sencillo y fácil de utilizar” refirió.

Este tipo de herramientas de autenticación, derivado de su progresiva utilización y sobre todo de qué instituciones las utilizan, conlleva una gran responsabilidad para sus titulares.

Por su parte, el INAI exhortó a los usuarios a ser particularmente cuidadosos con el manejo de sus datos biométricos y evitar compartirlos o comunicarlos indiscriminadamente.

“Diversas instituciones del ámbito financiero, particularmente, se han dado a la tarea de buscar alternativas que garanticen mayor seguridad a sus sistemas de información y a sus cuentahabientes, en el manejo de los servicios electrónicos que ofrecen”, refiere la dependencia.

Asimismo, explicó que los datos biométricos conllevan un mayor riesgo debido a que no se pueden cambiar toda vez que, si a un usuario le es robada una contraseña, éste puede dar de baja a la anterior y generar una nueva; no obstante, tratándose de huellas digitales, por ejemplo, no existe una alternativa como la anterior.

Como ejemplo, recordó que durante el Congreso Chaos Computers Club, en Alemania, se reveló que un hacker confesó haber reproducido la huella dactilar de la Ministro de Defensa alemana Ursula Von Der Leyen, a partir de una serie de fotografías publicadas en medios de comunicación oficiales.

Lo anterior fue posible gracias al avance en algunos programas informáticos comerciales como el Verifinger, lo que evidencia la facilidad con la que un dato biométrico puede ser replicado indebidamente.

Por su parte, el presidente de la Condusef indicó que como recomendación nueva a los usuarios que comenzarán a usar estas herramientas es necesario que una vez que usen el lector de huella se limpie para borrarla.

“Si el lector es de baja calidad, se han dado casos en donde se le pone un papel celofán y se presiona, pasa la huella que estaba en el lector, entonces estas nuevas modalidades también van a requerir nuevas medidas de prevención del usuario”, manifestó.

Condusef también evolucionará

Por otro lado, Mario Di Costanzo explicó que al igual que la tecnología se integra a las entidades bancarias, también el organismo que encabeza tendrá que acoplarse a las nuevas disposiciones. El principal cambio se dará en las diferentes oficinas que tiene a lo largo de la República mexicana.

“Desde luego, nosotros adecuaremos nuestros procesos y estrategia de defensa de los usuarios a las nuevas condiciones tecnológicas; de entrada, por el momento el organismo está preparándose para el próximo año tener lectores de huellas en las subdelegaciones; a eso queremos también llegar para verificar la identidad de quien pueda hacer una reclamación, porque seguramente cuando esto esté generalizado el banco nos dirá: ‘Oye, ¿cómo legitimaste y estás seguro de que quien está llegando a hacer una reclamación es quien dice que es?’ (…) entonces, además de mandarle la queja tendremos que enviar la huella del cliente”, detalló.

 

Fuente: El Economista.

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